La Gestión Integral de Personas se define como un conjunto de prácticas que abarcan los procesos de análisis, reclutamiento, selección, vinculación, optimización y retención de los trabajadores, quienes se consideran un eje fundamental, y no un recurso más, en el logro de los objetivos estratégicos de la Entidad. Esta visión cubre los aspectos relacionados acerca de cómo trabajan, se comportan, participan y crecen las personas en el entorno laboral.
Los pilares claves de la gestión integral son: la marca del empleador, su cultura organizacional, la analítica de sus datos, la gestión del trabajo, la gestión del empleo, la gestión del desarrollo, la gestión del rendimiento, la gestión de la compensación y la gestión de las relaciones humanas.